Un día como hoy pero de 2005, Lionel Andrés Messi debutó en la selección mayor de Argentina. Si bien el inicio no fue el soñado, el camino estuvo lleno de tropezones y alegrías para los futboleros de nuestro país.

Leé también: Setién fue despedido del Barcelona y ya tendría reemplazante.

Tan solo 18 años de edad tenía Leo cuando debutó en la Selección Mayor. Luego de su irrupción en el fútbol español, donde desde un primer momento llamó la atención de todos y a formar parte de una memorable dupla con Ronaldinho, tuvo un sobresaliente Mundial Sub 20. En tierras holandesas la rompió, se consagró campeón, goleador y fue la gran figura del certamen.

Semejantes actuaciones tenían una decantación natural: el debut en la Selección Argentina, que no se hizo esperar y llegó unos meses después ante Hungría en un encuentro amistoso disputado en Budapest.

Un día como hoy, pero de 2005, el técnico José Pékerman lo mandó a la cancha a los 18 minutos del segundo tiempo, en lugar de Lisandro López. Pero no fue el debut soñado para Leo, ya que aquella jornada solamente tocó el balón en tres oportunidades. En la última, al querer avanzar, el húngaro Vilmos Vanczak lo tomó de la camiseta y, al intentar sacárselo de encima, le pegó con el brazo a la altura de la garganta, por lo que el defensor cayó al suelo. Para sorpresa de todos, el árbitro alemán Markus Merk le mostró la roja. Solo duró en el campo de juego 92 segundos.

Cuando lo expulsaron fue un momento muy duro. Lo llevé abrazado junto a los doctores al vestuario para poder mimarlo, porque realmente era muy grande el desconsuelo que tenía. Lo que lloraba. La verdad que cuando terminó el partido, los compañeros lo apoyaron, aunque lo que lo terminó calmando fue cuando Pekerman le prometió que iba estar en la próxima convocatoria”, explicó Hugo Tocalli, por aquel entonces entreador de la Sub 20.

Así lo recordó la cuenta oficial de la Selección Argentina en Twitter.

Con el paso del tiempo, aquella expulsión quedó como un simple recuerdo. Quince años después, ostenta la increíble marca de 138 partidos con la Argentina y 70 goles, número que lo consolida como el máximo goleador de la historia de la Selección. Leo, nuestro capitán y emblema, por muchos años más.