Nada parece salirle bien al Inter de Miami que tiene como dueño a David Beckham. El equipo de Florida transita con comodidad el último puesto de la Zona A de la Liga estadounidense de fútbol.

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Después de una extraordinaria carrera en Europa, Gonzalo Higuaín tomó la decisión de continuar en la MLS. El salario a percibir y la tranquilidad de la liga fueron los motivos principales para elegir Norteamérica como destino.

Sin embargo, esa serenidad que tanto se le destaca a la competencia no se vio reflejada en el debut del Pipa, que casi termina en escándalo. ¿Qué ocurrió? Falló un penal, un adversario se lo gritó en la cara y no le gustó nada al argentino, que fue directo a repudiarlo.

Faltaban 15 minutos y su equipo, Inter de Miami, no la pasaba bien. Perdía 2-0 ante Philadelphia Unión y tuvo un penal a favor, que fue ejecutado por el ex Juventus. La definión estuvo lejos de ser la deseada, se fue directamente a la platea y los rivales se lo festejaron en el rostro.

Lógicamente no se sintió cómodo con el accionar de sus oponentes y se volvió loco. Pecheó a uno mientras otro cuatro jugadores del conjunto rival lo rodeaban. La rápida intervención del árbitro y de sus compañeros hicieron que no pasara a mayores.