Ernesto «Gato» Garín, ex jugador de Independiente Rivadavia y ex compañero de Carlovich, habló con Argentina FC y recordó sus momentos con el Rey. La primera práctica, la relación con el Trinche y el dolor por la pérdida de Tomás Felipe este viernes. Además, consideró un lujo haber podido compartir con él y verlo jugar.

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Garín y Carlovich estuvieron juntos en la Lepra del Parque cuando el Trinche pasó por el club mendocino en el año 1976. Juntos lograron el campeonato de Liga Mendocina de ese año, con el que el Rey quedó marcado con la camiseta Azul.

«Me toca contar cosas del Trinche en este día tan doloroso por haber perdido a una persona tan querida en el ambiente del fútbol. La verdad que nos tomó a todos muy por sorpresa, lo hemos tomado mal. El Trinche se dedicó toda la vida a divertir a la gente y por culpa de gente que no tiene que estar en este mundo se fue tan mal«, comenzó diciendo el Gato.

Ernesto recordó con Argentina FC los momentos más icónicos que definieron al Trinche como una leyenda: «Si no fuera por su porte físico y por el pelo, pasaba desapercibido. Pero cuando entraba a la cancha, era un monstruo. Tuve la suerte de conocerlo y es uno de esos lujos de mi vida deportiva de haber estado al lado de él y de conocer a su familia. Fue vecino mío. Lo definiría como un artista, esos que son distintos», comentó el ex arquero.

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«No lo sentías hablar nunca, nunca se agrandó, era buen amigo. Algunos de los compañeros nos enojábamos cuando se iba y muchos decían que se iba a pescar. Pero yo sabía, porque él lo decía, que no le gustaba la pesca. Era un mito eso y se fue aumentando. Hay cosas que a uno lo agrandan por el boca en boca», dijo Garín.

El emblema leproso aclaró que no todos lo vieron jugar. En aquellos tiempos no habían cámaras, fotos ni videos que hicieran posible que quede registro de las gambetas o del mítico y famoso «doble caño» del Trinche. «Dicen que fue el jugador invisible porque muchos no lo vieron. Y por eso el boca en boca fue agrandando la leyenda. Yo tuve la posibilidad de compartir muchas cosas con él. Recuerdo esos carnavales corriendo por la calle y que nos tirabamos con baldazos de agua».

La primera práctica en Independiente Rivadavia

Como si hubiese pasado hace pocos días, Garín expresó lo que sintió el plantel cuando lo vieron por primera vez: «Recuerdo el primer día que llegó al entrenamiento que vimos a un grandote de pelo largo que venía con las medias bajas y cordones desatados, dijimos: ‘¿Esta era la figura que iban a traer?’ Y la verdad que cuando agarró la pelota nos tapó la boca a todos».

«En los entrenamientos lo ibamos a buscar y él me decía que no que no quería ir a entrenar. Cuando volvíamos estaba jugando bajo el farol de la calle con todos los chicos más chiquitos del barrio», dijo emocionado el Gato.

¿Cómo jugaba el Trinche?

«Yo siempre lo planteo como un artista, un pintor, un bohemio. Una buena persona, hacía lo que él quería y lo disfrutaba. Fue el gran amigo de la pelota, eso era lo más lindo», definió su ex compañero en la Lepra.

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«Recuerdo ese partido entre Gimnasia de Mendoza y Boca, esa noche ¡El medio campo lo que fue!. Legrotaglie, Ibáñez y Carlovich, las cosas que hicieron fueron impresionantes. Lo cuento y no me lo creo. No lo había visto nunca eso que hicieron».

Antes de finalizar, de manera muy emotiva y al borde del llanto, Garín quien es reconocido por el futbolero de Mendoza como uno de los grandes arqueros que tuvo la provincia, cerró: «A lo mejor no me llevé plata en la vida pero me lleve ese lujito de haber jugado con Carlovich y de haber compartido con él. Es un día muy doloroso por haber perdido a un compañero. Es muy triste verlo como se fue».

El jugador invisible, el Rey, el Trinche. Carlovich, quien supo cautivar al mundo con la elegancia de un lírico a la hora de llevar la pelota abajo del pie. Galera y bastón. Indisciplina y potrero. Tomás Felipe: leyenda de nuestro fútbol.