En marzo de 1964, el Santos de Pelé jugó un amistoso ante Godoy Cruz en el Feliciano Gambarte y el partido finalizó 3-2. Fue la única vez que «El Rey» jugó en la provincia de Mendoza.

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Un día otoñal de marzo, pero hace 56 años, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol mundial jugó por primera y única vez en la provincia de Mendoza. En una gira amistosa realizada por su equipo, el Santos de Brasil, se midió cara a cara con el Tomba. El partido fue una anécdota, pero el hecho es que Edson Arantes Do Nascimento, más conocido como Pelé, jugó en el Feliciano Gambarte, en la Bodega. En la casa de Godoy Cruz.

La llegada de los brasileños a Mendoza. Espectativa al 100%.

El Santos venía de ser bicampeón mundial y despertó semejante eco por toda nuestra provincia que aquel día, solamente se habló de ese amistoso que paralizaba a Mendoza. Una multitud los esperaba en la cancha del Expreso. Ese partido fue el primero de un equipo mendocino contra un campeón del mundo.

La delegación brasileña estaba compuesta por: Gilmar; Learcio; Dalmo; Juan Carlos; Ismael; Geraldihno; Zito, Aroldo, Dolmar, Mengalvio, Coutihno, Pelé, Pepe, Tonino, Aroldo, Lima, Aimir y Rosi. Su entrenador era Luis Alonso Pérez.

Por su parte, Godoy Cruz contaba con: Filizzola, Pieruz, Marchiori, Torres, Stia, Díaz, Cortez, Entrerríos, Jofré, Aliendro; Lisboa, Santilli, Legrotaglie, Curi y Fernández. dirigidos por Vianna Da Silva.

El equipo del Santos que venía de ser bicampeón mundial.

El histórico partido fue un espectáculo y finalizó 3-2 a favor de los visitantes. Los goles fueron anotados por Toninho y Peixinho (2) en Santos, mientras que para el Tomba marcaron Curi y Marchiori. Cabe recordar que para Godoy Cruz jugaron los mejores hombres de distintos clubes de Mendoza, destaquese entre los jugadores a Víctor Antonio Legrotaglia, ídolo de Gimnasia y Esgrima.

Según cuentan los diarios de aquella época, hubo hinchas que durmieron la noche anterior al partido en las tribunas del Estadio para poder entrar sin pagar, cosa que no consiguieron. A ese punto llegaba el fanatismo por ver al Rey.

El partido, en fin, quedó en la anécdota. El resultado, por ende, también. El recuerdo no solamente abarca a los hinchas del Bodeguero, si no a todas esas personas que no eran fanáticos del equipo y aún así fueron a ver la llegada, por única vez en la historia, de uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos al Feliciano Gambarte.

El Gambarte, desbordado de espectadores.